miércoles, 28 de noviembre de 2007

Insoportable dolor, Valeria Nassr

Insoportable dolor





Valeria Nassr










para mi Tata, Lito Nassr
09/12/1938 – 19/11/2007











Canto de llamada a la Madre Antigua

Bendícenos madre porque somos tus criaturas.
Bendice nuestros ojos para que veamos la belleza invisible.
Bendícenos la nariz para olor tus perfumes.
Bendícenos la boca para que digamos las palabras mágicas.
Bendícenos el pecho para que lata nuestro corazón en armonía con las plantas.
Bendice nuestras piernas, bendice nuestros sexos creadores de vida.
Bendice nuestros pies para que bailen la alegría de la cosquilla.
Bendice esta noche para que la luz venga hasta aquí


Giconda Belli





Escribir para compartir esto que duele tanto
Escribir como un antídoto, como si fuera el único remedio para el dolor
Escribir a veces es el único camino (el único que conozco)

Él me había pedido que escribiera un libro cuyo título y argumentos pronto me revelaría. Pérfida muerte me lo arrebató

Escribo porque quiero despertar de la pesadilla y vestirme de gala con su mirada y las complicidades juntos





¡Vengan!
Contemplen mi dolor
rancio de felicidad
dolor de lluvia y de sol






Siempre fui una nenita de papá.
Ahora que has muerto ¿qué nombre me invento?
¿Cómo me llamo?
Valeria desangelada
Valeria huérfana
Valeria abandonada
Valeria tan amada
¿quién seré de ahora en más?





No sé (nunca podré saberlo) cómo les duele a ustedes
sólo puedo saber de mi propio dolor tan profundo e hiriente
que se confunde casi con la satisfacción de todos los placeres





en todos pensabas
querías ser su papá

a veces te cansabas
y buscabas estas manos
para darte fingido alivio





así como me llevaste a mí,
como un estandarte o un emblema,
te llevaré ahora gritando
soy la hija de ese padre





construimos una casa invisible
donde fuimos únicos habitantes
una casa de palabras risas juegos
un lento peregrinar abrazados
un camino de regreso de ningún lado

fuimos más que padre e hija
dos bailando de la mano
la danza caótica de la vida

dos cantando desafinados
y a contratiempo nuestro propio tango
(raro tango. no de melancolía sino de celebración)





de mi madre aprendí a construir con palabras
un mundo en el que la imaginación reina

de mi padre, los colores (con sus matices)
del placer y de la risa que hoy perforan a la reina





hablábamos cómplices confidentes
con vos puedo hablar de estas cosas
aparecían, entonces, el sexo, las dudas,
los miedos, los dolores, las mujeres, el amor,
el tedio, los negocios, la felicidad: la vida
y yo era su nena grande
pronta a convertirse en su madre,
una mamita aprendiz de escuchadora
siento que nadie me quiere escuchar
hablame, no dejés de hablarme
hablame hablame hablame
yo te quiero escuchar





no me dejés, Tata,
no me dejés
(que mi memoria y mi corazón no me traicionen llevándote)





Allía
Anyu
Tarika
Emilia

sean ahora ustedes el séquito de mujeres
que lo malcríen
prepárenle su mate cocido con tostaditas
no permitan que se convierta
en un triste y penoso adulto





una sola estrella en la noche oscura
y un arco iris camino a Río Blanco
son la caricia que ya no nos darás





ayudame a mirar pedía siempre; no con recuerdo
de Galeano o de Kovadloff, ni siquiera del mar
pedía con humildad ayudame a mirar
porque su mirada siempre se iba más allá
pedía un tope para su mirar para su sentir
ayudame ahora vos a mí
ayudame






Te prometo, mi niño grande,
llevarte en mi corazón
y tocarme las caderas
tratarlas con respeto (“de usted”)
llevarte a disfrutar conmigo
Te prometo, mi niño hermoso,
cantarte algunas nanas
contarte muchos chistes
jugarte varias bromas
y llamarte todos los días
para salir a pasear nuestro amor






Le pedí a la Madre Antigua
que te abrazara y besara
como antes hice yo
que te llenara de mimos
te sentara en su regazo
y te permita llamarla mamita
como antes hice yo
como antes lo hizo tu otra madre
como antes







Juntos éramos niños
irresponsables
traviesos


juntos éramos felices


lo fuimos tanto

2 comentarios:

  1. cada una de tus palabras, querida Ildiko, así como las dejaste deslizar en tu libro para tu papá, me llegaron muy hondo, me conmovieron y a la misma vez me hicieron sentir que de verdad nuestros padres, nuestro PAPÁ, permanece en cada latido de vida que proyectamos
    ¡gracias! es muy hermoso el sentimiento del alma y la conmoción del corazón que provocan tus poemas
    un abrazo bien grande
    isabel z.

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  2. Es lo primero que leo esta mañana, apenas amanecida. Lo leo y te veo, y escucho tu vos, Ildiko. Te recuerdo en Santiago del Estero, en Buenos Aires, leyendo tus microficciones. Tengo tu libro de minis, profundos y sensibles, contundentes y con densidad. Pero esta, tu poesia, es otra cosa. Es ese desgarro intimista, ese abrir el pecho y decir: miren, este es mi corazón. Esta soy yo. Desnuda. Una poesía que es poesia porque es la forma fisica que encontró el dolor y la memoria para expresarse y expresarte. Fisica e inmaterial, porque trasciende ese momento de escribirlas, el momento de imprimirlas, se cuela, se bifurca, se hace en otros un reflejo de otroas memorias y dolores. De padres idos, de amores que le hacen pito catalan a la muerte. Un abrazo desde lejos.

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